Una solución magnífica para improvisar cuando no se tiene previsto qué poner y no tenemos ganas de complicarnos la vida en la cocina.
Qué necesitamos:
- Tres huevos
- Una chistorra
- Dos patatas
- Aceite de oliva y sal
Cómo lo hacemos:
Pelamos y cortamos las patatas en rodajas. Las freimos en aceite no muy fuerte para que se queden blanditas, no muy fritas. En una sartén echamos un poco de aceite, y rehogamos la chistorra cortada en rodajitas. Si no tenemos chistorra usamos chorizo. Añadimos las patatas. Rompemos los huevos encima y los revolvemos con un tenedor de madera, que irá pinchando las yemas y mezclando las claras. Echamos un poco de sal, a gusto, movemos un poco más y ya está.
A algunos les gustan los huevos muy cuajados, a otros menos hechos, ya depende del gusto de cada uno.