Han sido muchas las veces que he ido a La Taberna del Puerto con familiares y amigos y siempre salimos hablando estupendamente de la calidad de todo lo que en él se toma, y del precio tan apañado que se paga.
Se encuentra en el número 42 de la Ribera del Muelle, frente al pabellón deportivo. En verano se está fresquito y a gusto fuera, en la terracita, y en invierno hay que pasar al comedor interior, sencillo pero acogedor. Y es que Tamara lo hace acogedor con su simpatía y amabilidad. Ella cuenta lo que tienen ese día y aconseja sobre cada producto. No he dicho aún, pero lo digo ahora, que solo hay pescado y marisco. Pero qué pescado y qué marisco. Y las croquetas de txangurro están buenísimas.
En época de esteros hay pescados criados con este sistema, que los hace tan sabrosos y exquisitos. Se pueden tomar fritos (un frito muy bien hecho, por cierto) o a la plancha.

Recomiendo las huevas de caballa a la plancha.
Suelen tener quisquillas, gambas, langostinos…
Y unos muergos (que en otros lugares llaman navajas) que están para chuparse los dedos. Y cañaillas, cigalas…
Exquisitas las cocochas, las gambas al ajillo…Y las coquinas.
Una palabra define este lugar y sus productos: Calidad. Es importante, y algo a tener en cuenta, que el pescado y los mariscos sean frescos, que no nos den un sablazo a la hora de cobrarnos. Y eso se cumple en La Taberna, nunca hay productos pasados de tiempo, nunca están mal cocinados. Y lo digo por experiencia y con conocimiento de causa, por eso he querido dedicarles hoy este post. Y agradecer a Tamara su simpatía, buen trato y su amabilidad al tratar a los clientes.







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