Se suele pensar que la tempura tiene un origen japonés, y no es así, fueron sacerdotes españoles y portugueses que fueron a Japón a partir del siglo XVI los que la introdujeron allí. Estos sacerdotes comían verduras y pescado durante las vigilias, la cuaresma y periodos de penitencia.
Este periodo de tiempo se llamaba tempora ad quadragesimae. Esas verduras y pescado las tomaban rebozados en harina y fritos, y del término latino tempora derivó tempura. Esta es la conclusión a la que han llegado los últimos investigadores y que ha sido aceptada por gastrónomos, cocineros e historiadores en general.
Hay varias formas de hacer la tempura, publiqué una receta hace tiempo y hoy voy a poner otra distinta que he aprendido en un curso de cocina online de Koldo Royo. El le llama pasta Orly, que es similar y sirve también para lograr rebozados crujientes.
Qué necesitamos:
- 125 gramos de harina
- Una cucharada de aceite
- Dos huevos
- 1 dl. de cerveza
- Sal
- Una berenjena grande
Cómo se hace:
Cortamos la berenjena en forma de bastones y los colocamos en una fuente honda, las cubrimos con leche para que suelten lo amargo. Cuando la leche se ponga un poco oscura las escurrimos y secamos bien.
Batimos los huevos con el aceite, añadimos la harina poco a poco para que se vaya mezclando bien. Añadimos la cerveza, seguimos batiendo y echamos sal. La metemos en el frigorífico un rato pero debemos sacarla antes de usar para que no esté fría, mejor que esté a temperatura ambiente.
La opción mía no lleva aceite, solo agua fría, harina, un huevo y sal. Es muy importante que quede bien mezclada y sin grumos por lo que debemos usar un batidor de varillas.
Una vez hecha la tempura o pasta Orly vamos pasando los bastones de berenjenas por ella y friendo en una sartén honda con aceite bien caliente. Los escurrimos y listo, ya los tenemos listos para acompañar unos filetes, huevos fritos o lo que más nos guste.

Y si nos sobran no se pueden tirar…hay que aprovecharlos. Se ponen en una fuente de horno cubiertos con tomate frito y queso que derrita bien con el calor. La metemos en el horno y dejamos que se derrita el queso. Buenísimo.
