Como cada año por estas fechas de Semana Santa hago torrijas. En casa hacemos no solo las torrijas, también el pan, pan brioche o de molde que aconsejo hagáis si os gusta elaborar pan, no es difícil y sale buenísimo. Pero si preferís comprarlo pues también es otra opción, comprad un buen pan en panadería, que no sea industrial, porque la diferencia es enorme, sobre todo para la salud.

Sobre la historia y origen de las torrijas sabemos que en el libro de cocina de época romana De Re Coquinaria su autor Marco Gavio Apicio, quien vivió entre los gobiernos de los emperadores Augusto y Tiberio, recoge un postre muy parecido a las torrijas. Se usaba pan remojado en leche, se freía y se le añadía miel. En la Edad Media y el Renacimiento se tomaban torrijas, siendo muy recomendadas para la recuperación de las mujeres que acababan de parir. Juan del Encina las cita en sus obras, llamándolas «torrejas». El motivo de tomarlas en Cuaresma y Semana Santa es, según parece, por el ayuno que se debe hacer en estas fechas. Hay que tomar un alimento que llene el estómago y que proporcione fuerza, y las torrijas llevan pan, leche, huevo, miel…son muy nutritivas.
Qué necesitamos:
- Pan de molde o brioche
- Leche
- Un palo de canela
- Una cáscara de naranja
- Azúcar
- Miel
- Huevos
- Aceite de oliva virgen extra
- Vino moscatel o de naranja
Cómo se hacen:
En primer lugar quiero decir que no pongo medidas porque dependerán de la cantidad de pan y torrijas que hagamos. Dejamos que el pan se ponga recio, sin llegar a estar duro. Lo cortamos en rodajas no muy finas, más bien gorditas. Este año hemos hecho un pan de menor tamaño, así que las torrijas han salido más pequeñas.

Ponemos en un cazo leche, un palo de canela, azúcar y una corteza de naranja, cocemos e infusionamos. Sacamos la canela y la cáscara y vamos mojando en la leche las rodajas, que queden bien empapadas. Si nos falta leche echamos más y volvemos a infusionar con azúcar, la misma canela y la cáscara de naranja. respecto a la cantidad de azúcar también depende de lo dulce que nos guste, yo echo dos cucharadas soperas para medio litro de leche.

Vamos colocándolas en una bandeja y las dejamos reposar.
En un cazo echamos miel, seis o siete cucharadas soperas, un buen chorro de vino, que puede ser PX, moscatel, vino de naranja…Y un chorrito de agua, y dejamos que se derrita y mezcle todo.
Batimos huevos y calentamos aceite. Vamos pasando las rodajas de pan por huevo batido y las freímos por ambas caras en aceite bien caliente. Las sacamos y ponemos a escurrir sobre papel de cocina.

Las colocamos en una bandeja o recipiente para guardarlas y les echamos por encima la miel, por ambas caras, procurando que queden bien empapadas. Si nos falta miel volvemos a hacer la misma operación para las que falten. Y ya las tendremos listas para tomar.
