Mejillones al vino Fino

Los mejillones son un tipo de marisco bivalvo del tipo de las vieiras, las ostras y las almejas. Debido a que el método para su cultivo es ecológicamente racional es una alimento muy saludable.

Tienen muchas vitaminas y minerales esenciales. Son ricos en vitaminas del tipo B, vitamina C, ácido fólico, hierro, fósforo, manganeso, selenio y zinc. Es rico en vitamina B12, muy importante para el sistema nervioso, la formación de los glóbulos rojos y para el adecuado crecimiento y desarrollo. También contienen un 108 % del valor diario recomendado de selenio y un 288 % de manganeso. El selenio es importante para la función del sistema inmunológico y ayuda a la glándula tiroides, mientras que el manganeso está implicado en la salud de nuestros huesos y el metabolismo energético.

Tienen una alta cantidad de yodo beneficioso para nuestro metabolismo, el yodo de los mejillones, ayuda a cuidarnos por dentro, regulando nuestro colesterol. Por ello también ayuda a procesar los hidratos de carbono, fortalecer el cabello, la piel y las uñas. Después de leer todos estos beneficios no cabe duda de que debemos comer mejillones.

A la hora de comprarlos y consumirlos debemos tener en cuenta estos puntos:

Al comprarlos hay que tener en cuenta que de un kilo solo queda comestible entre 350 y 300 gramos.

También al comprarlos hay que rechazar los que estén abiertos, pues quiere decir que están muertos.

Lavarlos bajo el grifo pero no dejarlos en remojo.

Desechar los que no se abran al cocerlos.

Qué necesitamos:

  • Un kilo de mejillones frescos
  • Un vasito de vino Fino
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Dos o tres dientes de ajo
  • Perejil fresco

Cómo se hacen:

Limpiamos las cáscaras de los mejillones quitando los «pelillos».

En una olla o sartén amplia echamos un poco de aceite y sofreímos los ajos picados. Echamos los mejillones y un poco de vino Fino, a fuego lento y vamos subiendo poco a poco, por ejemplo empezamos en el 5 y vamos al 7 y al final al 8. Para que se vayan abriendo lentamente. Cuando ya estén todos abiertos los sacamos.

Les quitamos la cáscara que no tiene mejillón. Los ponemos en una bandeja con el caldito y adornamos con perejil.

Listo, una forma muy sencilla de hacerlos y quedan riquísimos.

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About lola43

Mi profesión es Conservadora de Museos, no me dedico a la cocina profesionalmente, pero me encanta y disfruto con ella. Mi correo es: lafritadadelola@gmail.com lafritadadelola@gmail.com
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