La expresión «al ajillo» la usamos para indicar la forma de cocinar algunos alimentos como las gambas al ajillo, el pollo al ajillo, los huevos de choco…Y siempre se hacen de la misma forma. Pues el pulpo también…y resulta riquísimo.
Qué necesitamos:
- Dos o tres patas de pulpo ya cocidas
- Cinco o seis dientes de ajo pelados
- Pimentón dulce
- Aceite de oliva virgen extra
- Una guindilla
- Sal gorda
Cómo se hace:
Cortamos las patas de pulpo en rodajitas. Picamos los dientes de ajo y los sofreímos en aceite en una sartén.

Separamos la sartén del fuego y echamos una cucharada de pimentón, removemos, lo llevamos de nuevo al fuego y añadimos el pulpo dejando que se fría en el aceite. Cuando las rodajas estén fritas echamos sal gorda y listo para comer.
