Tras la visita a los Corrales de Pesca continuamos hacia el Centro de Interpretación de la Mayetería , que se encuentra en el Camino de Santa Teresa. Su inauguración tuvo lugar el 25 de marzo de 2007, aunque ya llevaba funcionando desde octubre de 2006.
Nuestra guía fue Rocío Ruiz quien conoce perfectamente este Centro, ya que generalmente es la encargada de enseñarlo y lo hace con bastante frecuencia.
Nos contó muchas cosas, siempre de forma amena y demostrando su gran conocimiento del tema.
Nada más llegar nos pusieron un vídeo con una grabación de la puesta en escena de la novela de Pedro Antonio de Alarcón, El libro talonario, una de sus obras de crítica social y política. El Libro Talonario es una adaptación de la novela homónima de Alarcón, que transcurre en la Villa de Rota en el año 1877. Cuenta cómo un humilde mayeto sufre el robo de 40 calabazas y debe agudizar el ingenio para capturar al culpable y demostrar que lo es con pruebas que convenzan al juez.
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Está hecha en lugares de Rota, como el Castillo de Luna y el Centro de Interpretación de la Mayetería, e interpretada por los propios vecinos de Rota.
Posteriormente visitamos el Aula del Camaleón en la llamada Choza del Cuchillo Pequeño, donde recibimos las explicaciones acerca de la vida y hábitat del camaleón. Conocerlo lleva a respetarlo y protegerlo, para lo que esta Aula juega un papel primordial.
La provincia de Cádiz alberga una de las poblaciones más importantes de camaleones por lo que los estudios y trabajos del “Programa de Actuaciones para la Conservación y Recuperación del Camaleón común en Andalucía” se iniciaron en esta provincia.
Su curioso aspecto, sus lentos movimientos y singular biología hacen del camaleón común un animal muy querido y respetado por los agricultores, pero se está perdiendo su habitat, por ello es una especie protegida. Vive en zonas costeras o montañosas abrigadas, de inviernos suaves y veranos secos y calurosos. Los únicos factores que necesita son árboles y un buen clima. Los huertos tradicionales de Rota reúnen estas características y hacen que el camaleón tenga aquí un hábitat idóneo.
La primera cita sobre este animalito nos la proporciona Plinio el Viejo, en su obra Naturalis Historia, que escribió en el año 77 dC, aunque Aristóteles describe un animal que puede identificarse como un camaleón.
Lo más llamativo de los camaleones es su capacidad para variar de diseño y coloración según las circunstancias, la luz, la temperatura ambiental, el estado de ánimo, la fase del ciclo reproductivo en la que se encuentran…
Sigamos con la mayetería…
En la Carta Puebla de Rota, otorgada en la segunda mitad del s.XV tras la segregación de Chipiona, se les concedía unos terrenos a los pobladores que se comprometieran a vivir y cultivar dichos terrenos.
Los principales estaban donde hoy se encuentra la Base Naval, lugar en el que había también viñedos. Uno de los principales yacimientos arqueológicos de Rota se encontraba en el subsuelo de la Base militar, y se denomina precisamente Las Viñas, por la cantidad de plantaciones que había en ese suelo.
Así pues cuando se creó la Base en los años cincuenta del siglo pasado, esta agricultura sufrió un duro golpe. Los mayetos tuvieron que trasladarse a Nueva Jarilla, donde el suelo era de peor calidad. Los huertos producían ya solo para el consumo de la familia, no para vender los productos en los mercados y sacarles alguna ganancia económica.
El mayeto se dedicaba principalmente al cultivo de tomates y calabazas, los dos productos más típicos de la zona y conocía perfectamente el clima y las tierras que le rodeaban.
El nombre de mayetería y mayeto tiene su origen en que los productos eran más tempranos que en otros lugares, se recolectaban en el mes de mayo. Esto se debía al tipo de tierra existente en el término municipal.
Hacían los injertos en los árboles frutales, cuidaban las tomateras, cogían los higos de las chumberas…, entre otros trabajos que se realizaban con más asiduidad.
El Centro de recuperación de la Mayetería ocupa unas 2 hectáreas y en él se pueden ver tanto las plantaciones de berenjenas, tomates, pimientos, frutas…como las viviendas propias de los mayetos donde habitaban en una perfecta identificación con el medio.
La vivienda del mayeto generalmente consistía en una choza de forma rectangular, con techo a dos aguas hecho con pastos o juncos, la estructura era de madera y cañizos resultando fresca en verano y cálida en el invierno. Cada año se solía renovar la techumbre con el fin de mantener la cubierta bien protegida.
En estas casas convivían con sus aperos de labranza, sus instrumentos y útiles del campo, sus huertos y los animales que les hacían compañía, vacas, cabras, ovejas, gallinas, burros, caballos y la mula que le ayudaba a labrar la tierra.
Se puede visitar la Choza Cochinera, con todo lo que tenía una vivienda, el dormitorio, la zona de estar…
La Choza de la Media Naranja, con los aperos y útiles que se usaban.
Desde el año 2007, se realizan visitas para los centros escolares dentro de un programa de Educación Ambiental, donde se pueden observar los trabajos que se realizan habitualmente en una granja. La visita continúa visitando el huerto escolar donde ven los tipo de cultivos que plantaban los antiguos mayetos, así como la forma en la que se cultiva cada planta, o como se deben orientar.
Quien esté interesado en visitarlo puede llamar al teléfono 956 846 345.
Una vez visitado el Centro nos congregaron a todos para realizar un taller del típico arranque roteño.
Este plato era muy común entre los mayetos, lo hacían en un lebrillo de barro y, según cuentan, aprovechando los restos que habían quedado del gazpacho, es decir, con restos de tomates, pimientos, pepinos, ajo, sal, aceite de oliva y pan duro, todos ellos triturados con la “machacaera” o maja de pino. El agua tenía que estar fresquita y se sacaba del pozo directamente.
Actualmente el arranque roteño consiste en echar en un lebrillo de barro tomates, pimientos, cebollas, ajo, sal, aceite de oliva y pan duro, sin pepino, y machacado todo con el mismo instrumento, la “machacaera” o maja de madera de pino.
El aceite fue proporcionado por La Almazara, aceite de gran calidad que se elabora en los molinos de Espera.
Aunque no estaba previsto, el taller acabó siendo un concurso, se hicieron cuatro grupos y todos nos esforzamos en hacerlo lo mejor posible. Un improvisado jurado formado por el sumiller José Antonio Rodríguez, Peque, y los cocineros de Diverso y El Badulaque dieron su veredicto y nombraron a los ganadores. Pero hay que decir que todos los arranques estaban buenísimos, con la materia prima que nos dieron era imposible que alguno estuviera malo.
El arranque no se puede tomar con cuchara, así que nos ayudamos de trocitos de pimientos…
Y unas regañás riquísimas de la panadería Contrapán de Las cabezas de San Juan, traídas por Moisés del blog El Fogón de casa.
Al arranque siguió la degustación de unos tomates aliñados buenísimos, quesos y embutidos variados de Agroalimentaria El Bucarito:
Todo ello acompañado por picos y pan de la panadería San Antonio, del Grupo El Bucarito:
Y por una exquisita manzanilla de Bodegas El Gato:
Les siguieron los platos que habían preparadolos cocineros del Diverso y el Badulaque.
Antonio Abad, de Diverso tapas y vinos colaboró con un Salmorejo con caballa marinada
El Badulaque colaboró con una Berza roteña
Y Urta a la roteña
Para acabar Pilar Ruiz y su madre, Cristina, del blog Aprendiendo a cocinar, nos ofrecieron una deliciosa mousse de limón elaborada por ellas.
Fue acompañada con un Pedro Ximénez de Bodegas El Gato que quitaba el hipo.
No faltó de nada.
No había acabado aún la jornada, aún quedaba visitar el Hotel Playa de la Luz, donde nos esperaba su directora-gerente, Sophie De Clerck, quien actuó como amabilísima anfitriona, enseñándonos el Hotel, que ha sido reformado y mejorado en el 2004 con un resultado espectacular.
Sophie había programado un concurso fotográfico con motivo de nuestra visita, cuyo tema era el hotel y sus dependencias, en el que se premiará la fotografía más original…Yo me quedé sin batería en la cámara de fotos, cuando aún estaba en el Centro de la Mayetería, por lo que no puedo concursar…
El Hotel Playa de la Luz pertenece a la red de Hoteles Andaluces con encanto. Fue inaugurado en 1963 y fue durante muchos años uno de los escasos hoteles de lujo que había en Cádiz. Con el paso de los años ha ido mejorando hasta llegar a su aspecto actual, atractivo, acogedor, con diversos espacios de ocio como la terraza chill out donde fuimos recibidos con un cóctel estupendo, hecho con vino Fino de Jerez, zumo de naranja y algún otro ingrediente secreto.
En esta terraza fue pasando el tiempo sin darnos cuenta, se estaba tan bien, tan a gusto que no nos decidíamos a irnos, por lo que fuimos invitados a una nueva degustación, un mojito. Ya nos habían comentado que los hacen estupendos, que tienen fama, y ahora podemos decir con fundamento que dicha afirmación es cierta.
Al mojito siguieron varios chupitos más, de piña y coco, de fresas…Hasta que ya fuimos conscientes de que había llegado el momento de irnos, con gran dolor de corazón…
Muchísimas gracias a Sophie y a su equipo que tan amablemente nos acogió.
Y con estas últimas líneas doy por acabada la crónica de un día siete de septiembre del año 2013 que siempre quedará en el recuerdo de todos los que asistimos a este Encuentro de blogueros, quienes nos dedicamos a la gastronomía porque nos gusta, sin más pretensiones que pasarlo bien y dar a conocer nuestros platos, nuestras recetas, nuestros vinos y los establecimientos que nos permiten degustar todo ello.




































Vaya día completo! Y excelente planteamento etnogråfico. Compañera conservadiora. Y.. Cierta envidia……
Un día muy completo y gratificante, hasta he tenido que escribirlo en dos partes…
Completísima y muy detallada 🙂 enhorabuena Lola !! que bien lo pasamos 🙂
Gracias por tus elogios, Pilar, solo he relatado lo mejor posible todo lo que hicimos, descubrimos y disfrutamos ese día.
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