Las carrilleras de cerdo se localizan en los laterales del hocico, en ambos lados de la boca por lo que, al ejercitarse mucho cuando el cerdo come, es una carne muy magra. Se trata de una carne tierna y jugosa que se deshace en la boca, especialmente buena para guisos, a los que proporciona una salsa muy jugosa y melosa. En este blog he publicado muchas recetas con carrilleras, algunas con el nombre de carrillada, pues una carrillada es el nombre del guiso que se hace con carrilleras, según me contó en una ocasión un cocinero experimentado. Deben estar bien limpias, por lo que debemos quitarles los pellejos, cosa que es fácil de hacer con un buen cuchillo.

Qué necesitamos:
- Un kilo de carrilleras
- Tres dientes de ajo
- Media cebolla
- Una zanahoria grande o dos pequeñas
- Una cucharada de tomate frito o concentrado
- Un vaso de vino tinto, Oporto…
- Un vaso de caldo de pollo o verduras
- Sal
- Pimienta molida
- Aceite de oliva virgen extra
Cómo se hacen:
Pelar y picar la cebolla, las zanahorias y el ajo. Salpimentar y dorar las carrilleras cortadas en trozos. Las reservamos.
En el mismo aceite se rehogan el ajo, la cebolla y las zanahorias. Se añade el tomate y se deja hacer unos minutos, Echar la carne, el vino y el caldo. Con la olla exprés bastan 20 minutos. Deben quedar tiernas. Se trituran las verduras, se añade a la carne y se sirve con la salsa obtenida.

Algunos cocineros aconsejan añadir un poco de mantequilla o chocolate a la salsa, porque le da brillo.
