Mi nombre es Lola López de la Orden y este blog nació de mi afición por la cocina. Para mí es uno de mis mayores ocios y disfruto con ella. Espero transmitiros ese gusto por cocinar y que disfrutéis también.
Cuando hablamos de pollo al ajillo normalmente se trata de pollo frito, este no, este es guisado. Se puede hacer con cualquier vino, que sea bueno y de sabor, Oporto, PX, Oloroso…Y bastante ajo, imprescindible.
Qué necesitamos:
Un pollo troceado
Una zanahoria
Seis dientes de ajo
Una cucharada de harina
Un vaso grande de vino
Sal
Pimienta molida
Aceite de oliva virgen extra
Cómo se hace:
Salpimentamos los trozos de pollo, los sellamos en una olla con aceite, los sacamos y reservamos.
En la olla doramos los dientes de ajo pelado, añadimos la harina y el vino y hacemos una salsa oscura. Echamos el pollo, agua y dejamos que se cocine hasta que esté tierno. Listo, podemos acompañarlo de patatas fritas, o verduras…Riquísimo.
Ya no hay que temer a usar el pulpo en nuestra cocina, pues se acabaron las palizas para ponerlo tierno. Ahora podemos comprarlo ya cocido y de buena calidad. Con pulpo hemos hecho hace pocos días un arroz que estaba buenísimo, usando patas de pulpo ya cocidas, con lo que tenemos muy fácil la labor. La receta es básicamente como la de un arroz con marisco o pescado, del que ya tenemos publicadas varias recetas, pero siempre se innova en algo, así que también se acepta vuestra aportación, dando un toque personal.
Qué necesitamos:
Arroz según número de personas
Dos patas de pulpo cocidas
Media cebolla
Tres dientes de ajo
Medio pimiento rojo si es grande o uno pequeño
Un vaso de tomate triturado
Una cucharada de pimentón
Un vaso de vino Fino
Un vaso de caldo de pescado o gambas
Sal
Aceite de oliva virgen extra
Cómo se hace:
Lo primero que haremos será cortar las patas de pulpo en rodajitas y pasarlas un poco por la sartén con un chorrito de aceite, y las reservamos. En la paellera hacemos un sofrito con la cebolla, el pimiento y el ajo cortaditos. Añadimos el pimentón, el tomate, y removemos.
Echamos el arroz, un vasito por persona, removemos con el sofrito y añadimos el vino y el caldo, teniendo en cuenta que si lo queremos seco echaremos menos y si lo queremos caldoso un vasito más, lo ideal es cuatro vasos por cada uno de arroz. De todas formas al ir haciéndolo nos daremos cuenta de si necesitamos más líquido o no. Probamos de sal. Por último echamos el pulpo y lo integramos con el arroz. Listo…buenísimo.
Aunque ya parece que se avecina el fresquito, aún sigue haciendo bastante calor y apetece comer ensaladas. Esta está muy buena y es muy fácil de hacer, además de tener ingredientes muy sanos.
Qué necesitamos:
Una manzana
Un aguacate
Un cogollo de lechuga
Bacon en tiritas
Frutos secos variados
Sal
Aceite de oliva virgen extra
Una cucharita de miel
Cómo se hace:
Pelamos la manzana y el aguacate y los cortamos en daditos. Cortamos el cogollo.
Pasamos el bacon en una sartén, sin aceite pues ya el bacon tiene grasa.
En un cuenco ponemos los tres ingredientes y frutos secos variados. Venden paquetes con nueces, pipas, pasas…que son muy buenos. Mezclamos aceite, sal y un poco de miel y aliñamos la ensalada, y ya la tenemos lista.
Ya publiqué hace ya tiempo una receta parecida, solomillo de atún al oloroso, pero esta nueva receta tiene una diferencia que hace que el atún no se pase, mejorando la cocción y la evaporación del vino. Esta receta la publiqué en mi libro Cádiz en mi cocina, 71 recetas para disfrutar de nuestra provincia.
Qué necesitamos
Un kilo de atún rojo de almadraba
Cuatro o cinco dientes de ajo
Un vaso de vino Oloroso
Perejil fresco
Aceite de oliva virgen extra
Sal
Cómo se hace:
En una sartén o en una olla sofreímos el ajo pelado y cortado en rodajitas. Pasamos el atún cortado en trozos por ambos lados, lo sacamos y reservamos.
A los ajos añadimos el vino y dejamos que casi se evapore, y volvemos a echar el atún, el perejil y dejamos que acabe de hacerse. De esta manera, habiendo sellado antes el atún éste queda más jugoso. Un plato delicioso que podemos acompañar con unas patatas fritas u otro acompañamiento que nos apetezca.
Las carrilleras de cerdo se localizan en los laterales del hocico, en ambos lados de la boca por lo que, al ejercitarse mucho cuando el cerdo come, es una carne muy magra. Se trata de una carne tierna y jugosa que se deshace en la boca, especialmente buena para guisos, a los que proporciona una salsa muy jugosa y melosa. En este blog he publicado muchas recetas con carrilleras, algunas con el nombre de carrillada, pues una carrillada es el nombre del guiso que se hace con carrilleras, según me contó en una ocasión un cocinero experimentado. Deben estar bien limpias, por lo que debemos quitarles los pellejos, cosa que es fácil de hacer con un buen cuchillo.
Qué necesitamos:
Un kilo de carrilleras
Tres dientes de ajo
Media cebolla
Una zanahoria grande o dos pequeñas
Una cucharada de tomate frito o concentrado
Un vaso de vino tinto, Oporto…
Un vaso de caldo de pollo o verduras
Sal
Pimienta molida
Aceite de oliva virgen extra
Cómo se hacen:
Pelar y picar la cebolla, las zanahorias y el ajo. Salpimentar y dorar las carrilleras cortadas en trozos. Las reservamos.
En el mismo aceite se rehogan el ajo, la cebolla y las zanahorias. Se añade el tomate y se deja hacer unos minutos, Echar la carne, el vino y el caldo. Con la olla exprés bastan 20 minutos. Deben quedar tiernas. Se trituran las verduras, se añade a la carne y se sirve con la salsa obtenida.
Algunos cocineros aconsejan añadir un poco de mantequilla o chocolate a la salsa, porque le da brillo.
En verano un olor característico invade las playas cuando hay cerca un chiringuito, el olor a sardinas asadas. Las sardinas tienen un alto valor nutritivo y muchas proteínas. Como otros pescados llamados azules son ricas en ácidos grasos Omega 3, fósforo, yodo, vitamina B12 y vitaminas D y E, que favorece la absorción del calcio y su fijación al hueso. Por todo ello es muy recomendable comer sardinas porque nuestro corazón, nuestra circulación y nuestros huesos lo agradecerán.
Fritas, a la sal, asadas…riquísimas siempre. Pero el olor que desprenden éstas últimas no gusta a todo el mundo y, si las asamos en casa, se nos llena toda de ese olor característico. Pues hace pocos días escuché a la dueña de la pescadería donde compro un consejo que daba a una señora que no asaba sardinas porque no le gustaba el olor que dejaba en toda la casa. El truco consiste en cortarles la cola. Y es cierto porque lo he probado, si se les corta la cola no hay olor, o este es mucho más reducido.
Qué necesitamos:
Un kilo de sardinas frescas
Sal gorda
Aceite de oliva virgen extra
Cómo se hacen:
Necesitamos una parrilla o elemento de cocina similar. Echamos un poco de aceite y lo ponemos a fuego fuerte. Vamos asando las sardinas, ya limpias, salando y dándoles la vuelta, para que queden bien hechas por ambos lados. Listas…y si les hemos cortado las colitas no tendremos la cocina y resto de la casa invadidos por el olor.
La fideuá surgió por el año 1930 cuando el cocinero de un barco valenciano, que cocinaba habitualmente arroz a banda para el patrón del barco, decidió un día preparar la misma receta pero sustituyendo el arroz por fideos gordos, con la idea de que le gustara menos y dejara más cantidad para los marineros. Eso cuentan…Pero resultó que les gustó más aún y le pidieron que lo hiciera con más frecuencia, llegando a hacerse un plato típico de la zona de Gandía, de donde eran dichos marineros. Desde allí se extendió la fama a toda la costa mediterránea. La fideuá se hace como el arroz pero varía la cantidad de agua, ya que éste necesita más cantidad.
Qué necesitamos:
Un paquete de fideuá
Dos pimientos verdes
Una cebolla
Dos dientes de ajo
Un cuarto kilo de anillas de calamar
Un cuarto kilo de gambones
Un tomate maduro
Azafrán
Pimienta molida
Un vasito de vino Fino
Aceite de oliva virgen extra
Perejil fresco
Sal
Cómo se hace:
Cortamos en trocitos pequeños la cebolla, el ajo, el tomate y el pimiento. Cocemos los gambones y cortamos las anillas de calamar.
En una paella o cazuela sofreímos la cebolla, el pimiento y el tomate, y pasamos las cáscaras de las cabezas de los gambones para dar sabor, aunque luego las sacaremos. Echamos los fideos y los pasamos también junto con los gambones y los trocitos de calamares. Hacemos un majado con el perejil, la pimienta y el ajo, y lo añadimos junto con el azafrán o colorante.
Ponemos todo a cocinar hasta que los fideos estén tiernos.
Ya publiqué hace bastantes años, en 2013, la receta de las papas con chocos, en amarillo. Hoy traigo aquí la receta de las papas con chocos con pimentón. Los dos son platos muy gaditanos, y los dos se hacen de la misma manera, cambiando el azafrán por pimentón dulce.
Qué necesitamos:
Tres patatas grandes
Medio kilo de tiras de choco
Aceite de oliva virgen extra
Una cucharada de pimentón dulce
Una cebolla
Un diente de ajo pelado
Sal
Un poco de pan rallado
Cómo se hace:
En una olla, puede ser rápida o no, echamos un buen chorro de aceite, la cebolla y el ajo cortados en trocitos, los chocos en trozos, sal, el pimentón y el pan rallado, todo en crudo. Añadimos agua y lo ponemos en el fuego hasta que los chocos estén tiernos.
La expresión «al ajillo» la usamos para indicar la forma de cocinar algunos alimentos como las gambas al ajillo, el pollo al ajillo, los huevos de choco…Y siempre se hacen de la misma forma. Pues el pulpo también…y resulta riquísimo.
Qué necesitamos:
Dos o tres patas de pulpo ya cocidas
Cinco o seis dientes de ajo pelados
Pimentón dulce
Aceite de oliva virgen extra
Una guindilla
Sal gorda
Cómo se hace:
Cortamos las patas de pulpo en rodajitas. Picamos los dientes de ajo y los sofreímos en aceite en una sartén.
Separamos la sartén del fuego y echamos una cucharada de pimentón, removemos, lo llevamos de nuevo al fuego y añadimos el pulpo dejando que se fría en el aceite. Cuando las rodajas estén fritas echamos sal gorda y listo para comer.
Cuando voy a la Carnicería de Paco Melero en Vejer no solo compro carne y embutidos, también me traigo quesos, miel artesanal, piñones de La Breña, mermeladas…Y en la última visita me recomendaron Paco y Dani una mermelada de pomelo artesana, elaborada con pomelos de la Finca Las Lomas de Vejer.
Con los pomelos que cultivan en dicha finca hacen una mermelada buenísima que distribuye Distintivos de Calidad, empresa de Medina Sidonia que distribuye productos exclusivos de alta selección. Pues siguiendo con la recomendación de nuestros amigos Paco y Dani adquirimos también el queso azul de cabra Andazul, queso curado de cabra payoya que elaboran en San José del Valle.
La recomendación para un aperitivo riquísimo consiste en colocar un trocito de este queso y echar por encima un chorrito de aceite de oliva virgen extra. Y encima poner un poco de la mermelada de pomelo. Yo les he puesto debajo una galleta salada, se puede poner sobre una mini tosta o sin nada…solo el queso y la mermelada.
Pues así lo hemos hecho y el resultado es un bocado exquisito. Muchísimas gracias a los amigos de Carnicería Paco Melero por su acertada recomendación que he querido compartir con vosotros.