Hace unos días tuve el gran placer de almorzar en el Palacio Ducal de Medina Sidonia, en Sanlúcar de Barrameda, invitada por Lilianne Dahlmann, magnífica y amable anfitriona que nos preparó al grupo de amigos invitados un menú típico de su tierra.
No voy a poner ninguna receta, pues no es el motivo de este reportaje, pero sí quiero dar a conocer algunos platos muy típicos y muy buenos, que podemos preparar y comer aquí ya que en algunos supermercados venden los productos necesarios para elaborarlos.
Estaba todo riquísimo, se notaba que Lilianne es ya una experta en hacerlos, y con el toque especial del que sabe hacer lo característico de su tierra de origen.
Como aperitivos pudimos degustar, acompañados de Manzanilla de Sanlúcar:
Schinken Wurst, un embutido de jamón, Leberwurts, otro embutido típico de la cocina alemana y Schinken Wurst
Schwäbischer Kräuterkäse, queso de hierbas de Suabia
Schinken Käse, otro tipo de queso
Kartoffensalad, Ensalada de patatas
Un paté riquísimo sobre finísimas tostaditas
Con todos estos aperitivos, que tomamos de manera informal, ya estábamos casi llenos, pero aún nos aguardaba algo más contundente…y delicioso.
Como plato principal preparó un Sauerkraut exquisito. Al Sauerkraut nosotros lo conocemos como Chucrut. Este es un plato típico que se prepara con col o repollo, y que se acompaña con salchichas y puré.
Se cocina con un ingrediente parecido al bacon y, en este caso, con vino Barbadillo, lo que le daba un sabor y una textura como nunca había probado en un Chucrut. Yo solo había tomado este plato en cafeterías y restaurantes alemanes en España, y no tiene comparación, la verdad.
Nada más llegar, y antes de tomar los aperitivos, pudimos entrar en la cocina y ver cómo se estaba cocinando cada plato.
En Alemanía la salchicha es un producto que se consume mucho, dicen que hay hasta 1500 variedades, cada una con su característica propia y todas buenísimas.
Nosotros compañamos el Sauerkraut con salchichas blancas, de Turingia, de Frankfurt y de Westfalia
Y varios tipos de mostazas, a la trufa, con tomate seco y albahaca…
Además de salchichas, una carne de cerdo curada buenísima
También estuvo acompañado de puré de patatas ( Kartoffelpüree), de los mejores que he probado, con un toque de manzanas.
Toda la comida estuvo «regada» con un buen vino de Alsacia, blanco, muy apropiado para este plato. Muy bien elegido.
Y de postre Apfelkuchen mit Streusel, es decir, Tarta de manzanas con una cobertura hecha a base de mantequilla, harina, azúcar y frutos secos, el Streusel, que le da una apariencia muy característica.
No crean los que me lean que he querido presumir de saber alemán, que no es así, he preferido poner los nombres originales y su traducción, en algunos casos más o menos exacta, porque creo que hay que respetarlos. En ello he tenido la ayuda de Lilianne, por supuesto, a quien agradezco su invitación, su amabilidad y su cortesía al abrirnos las puertas de su casa porque, aunque se trate de un palacio, es una casa, su casa, su hogar. Nos hizo sentirnos cómodos y a gusto. Y cocinó para nosotros, preparó todos los platos personalmente, nos los sirvió y nos fue explicando en qué consistía cada uno, como una excelente embajadora de su tierra.
Muchísimas gracias, Lilianne.




















Se ve todo delicioso. Interesante tus referencias sobre las marcas de salchichas . Gracias Lola. Saludos ;O)
Vosotros conoceis a Lilianne y sabeis que es así, como yo la describo, pues además…cocina estupendamente.
¡Qué lujo! no sólo por la fantástica comida que probásteis sino por hacerlo en una lugar con tanta historia y tanto arte entre sus paredes (envidia sana, jeje) Un saludo!
Pues sí, es verdad, se unieron ambas cosas. Un abrazo!
Pingback: La cocina alemana en Rota. The German Restaurant | La fritada