El salmón es un pescado azul muy recomendado en dietas que necesiten un mayor aporte de Omega 3. Es estupendo para la vista y aporta calcio para los huesos.
En los mercados lo encontramos fresco y ahumado, y en este caso he cocinado un trozo de salmón fresco que compré en el Mercado de Cádiz.
Por otra parte la salvia es una de las plantas aromáticas más usadas en la cocina, junto con la albahaca, el romero y el perejil. Todas ellas son muy adecuadas para las recetas hechas con salmón, pues le dan un sabor y aroma muy buenos. En esta ocasión no he querido mezclar y solo he usado salvia, y el resultado ha sido estupendo, el pescado adquirió un gusto especial y buenísimo. Y, además, resulta un plato fácil y rápido de hacer.
Qué necesitamos:
- Un trozo de salmón fresco
- Patatas para el fondo
- Sal gorda
- Salvia
- Aceite de oliva
Cómo se hace:
Pelamos y cortamos patatas para usarlas como fondo. Las freímos un poco porque si las metemos crudas en el horno el pescado se hace antes y quedan sin terminar de hacerse.
En una bandeja de horno colocamos las patatas en el fondo, echamos sal gorda y salvia. Colocamos el salmón sobre las patatas. Le hacemos unos cortes porque si es grueso se hace mejor por dentro y no queda crudo.
Echamos sobre el salmón más sal gorda y salvia y, por último, un buen chorro de aceite de oliva sobre el pescado y las patatas.
Lo metemos en el horno precalentado a 200º, y lo dejamos hasta que veamos que el pescado está listo pero no demasiado hecho.
Debe quedar poco hecho por dentro, para que resulte más jugoso. El resultado es un plato rico, sabroso, aromático y sano.






¡Muy rico y sano!
Charo, he estado fuera unos días y hasta ahora no te he leído…Un abrazo y gracias por tu comentario.
Pingback: Sugerencias para las comidas navideñas | La fritada