Cuando queramos cocinar costillas de cerdo debemos acudir a un carnicero de confianza, recomiendo no comprarlas envasadas, pues suelen colocar encima las de buena presencia y debajo trozos nada buenos, de tal manera que cuando abramos la bandeja de poliespan del supermercado nos encontraremos con sorpresas nada agradables. El mismo consejo sirve para todos los tipos de cortes de carnes, los que vienen envasados en bandejas solo dejan ver la capa superior, y luego debajo nos meten trozos que nada o poco tienen que ver con la categoría de carne que estamos pagando.
Las costillas de cerdo contienen partes óseas de la caja torácica, incluyendo carne y hueso. Además contienen carnes grasas y carnes magras, lo que les da un sabor y textura ideal, la carne magra se impregna de la grasa y mezcladas son piezas perfectas para cocinar.
Se pueden guisar de varias maneras, al pimentón, con verduras, o hacerlas al horno, las hagamos como las hagamos están riquísimas, pero siempre que sean de calidad.
Qué necesitamos:
- Un kilo de costillas de cerdo con bastante carne
- Cuatro zanahorias medianas o dos grandes
- Una patata grande o dos medianas
- Un pimiento verde
- Una cucharada de pimentón dulce
- Media cebolla
- Una hoja de laurel
- Aceite de oliva virgen
- Sal

Cómo se hace:
Lo mejor es hacerlas en una olla rápida, con ella la carne queda muy tierna. Así que echamos las costillas en la olla y encima los demás ingredientes limpios y troceados.
Añadimos sal a gusto y aceite de oliva virgen, poquito ya que las costillas ya les proporciona suficiente grasa.
Se cubren de agua y se ponen al fuego unos veinte minutos. Si al abrir la olla la salsa está aún líquida se deja unos minutos más.

Eficaz receta!