La salsa no es realmente de tres vinos, sino de dos vinos y coñac, pero el nombre de la receta iba a ser muy largo, así que he resumido y lo explico ahora. Esta salsa se hace con cebolla, ajo y un vaso que llenamos con vino fino, vino dulce y coñac, a partes iguales.
Qué necesitamos:
- Un solomillo (o dos según número de comensales)
- Una cebolla
- Tres dientes de ajo
- Unos granos de pimienta
- Vino fino, vino dulce y coñac
- Aceite de oliva y sal
Cómo lo hacemos:
Se pelan y cortan en trozos la cebolla y los ajos, no tiene que ser en trocitos pequeños, pues luego se pasa por el pasapuré. En la olla rápida se pone un fondo de aceite y se refríen con el fuego fuerte para que se doren mucho. Una vez bien dorados se echa el solomillo y se pasa por las dos caras.
Se le añade la pimienta y se le echa encima el vaso con los dos vinos y el coñac, como he explicado al principio, y sal gorda. Se cubre con agua pero solo que cubra el solomillo, no más.
Se tapa la olla y se deja hacer unos 15 minutos. Cuando esté hecho se saca la carne y la salsa se pasa por un pasapuré.
Yo lo he acompañado con unas «patatas a lo pobre» que explico cómo se hacen en el siguiente post.
Probé esta receta cuando la explicaste en el blog anterior y confirmo que este solomillo está sabrosísimo. ¡Claro, con esa variedad de vinos…! Y además es muy fácil de hacer; congela muy bien y se puede tener listo para cualquier momento en que lo necesitemos.
No es exactamente igual, pues la otra tenía un solo tipo de vino y la de los tres vinos llevaba manzana en vez de cebolla. Esta me la he inventado mezclando ambas recetas. Pero es muy parecida y está igual de buena. Gracias Mari Carmen.