Gastronomía tunecina

La gastronomía tunecina es rica y variada y en ella confluyen diversas influencias culturales, las locales y las de los pueblos llegados de fuera que han enriquecido los platos de este país. Por su posición estratégica en el centro de la cuenca mediterránea Túnez ha estado influida por diversas civilizaciones, púnica, romana, islámica, judía…

Y por su cercanía a Italia la cocina italiana está muy presente sobre todo en la zona del norte.  Sicilia está muy cerca y se nota su influencia en la gastronomía, por ejemplo en la presencia de la pasta que se toma con diversas salsas y quesos, y pizzas con variados ingredientes.

Los bereberes introdujeron uno de los platos más característicos, el cuscús, sémola de trigo muy conocida y que es el plato nacional por excelencia. Se suele tomar acompañando carnes, sobre todo cordero y pollo, o pescado, y siempre con verduras.

El aceite de oliva es la base de muchas salsas y platos, a lo largo de sus tierras hay muchos olivares y en época romana Túnez ya era famosa por sus olivos y aceite. Además del aceite siempre están presentes en las mesas las aceitunas, verdes y negras, solas o acompañando ensaladas.

Las especias son muy habituales y forman parte de casi todos los platos, el pimentón, la canela, el azafrán, el cilantro, el curry o la menta son algunas de ellas.

Utilizan las especies con generosidad, especias picantes sobre todo, por lo que hay que tener cuidado.

Un ejemplo es la harissa, una mezcla de comino, ajo, sal y chiles o guindillas rojas picadas, con los que se hace una pasta que ponen como aperitivo. Hay que ser prudente a la hora de tomarla porque pica bastante.

Algo habitual en casi todas las comidas, ya sea a mediodía o por la noche, son los entrantes, que son como nuestros aperitivos, los ponen en las mesas para tomar mientras llegan los platos principales. Entre ellos no suele faltar la salsa picante de pimientos.

Además de los aperitivos se suele comenzar la comida con una sopa, la llamada sopa tunecina. Las sopas son esenciales en la dieta tunecina. Conocidas como chorba llevan como ingredientes trigo triturado parecido a nuestra tapioca, tomate triturado, comino y salsa harissa, además de pescados, pulpos o carnes, en función de las zonas dónde se tomen. No hay almuerzo o cena en la que, tras las ensaladas, no se tome una rica sopa tunecina.

El limón acompaña siempre todos los platos, hasta las sopas. Se usa, sobre todo, para contrarrestar el picante.

En cuanto a la carne, la preferida es el cordero, que se puede preparar asado o guisado y en forma de salchichas o albóndigas.

Debido a la religión musulmana no se come cerdo y, por lo tanto, no se encuentra ni siquiera en los restaurantes. Sí es muy común el pollo. Hay varias maneras de guisar las carnes, ya sea pollo o cordero, y siempre están presentes, en mayor o menos medida, las hierbas y especias.

Una forma tradicional de cocinar el cordero es en vasija de barro que hace las veces de horno. Esta forma de hacer la carne es de origen bereber y, al cocinarla a fuego lento, el resultado es una carne muy tierna y jugosa.

De esta misma forma se cocina también la carne de camello, muy parecida a la del cordero.

La kamounia es otro de los platos más típicos de carne, se trata de un guiso hecho con carne de hígado de vaca y aderezado con comino.

Las verduras son también imprescindibles y son servidas como acompañamiento tanto cocidas como a la plancha.

Las verduras crudas son presentadas en ensaladas, con las que hay que tener cuidado según el sitio donde se tomen, siempre en lugares limpios e higiénicos.

La ensalada típica tunecina lleva pepino, tomate, pimiento y cebolla roja, todos picados, y es agradable y sabrosa.

La ensalada mechuia se prepara con tomates, pimientos dulces y picantes, col, cebolla, ajos, con aceite de oliva, sal, pimienta y zumo de limón.

Se pueden añadir aceitunas, alcaparras, atún, frutos secos y huevo duro. El huevo duro está muy presente en las ensaladas y en los primeros platos y, hablando del huevo, he aquí un plato muy típico.

El huevo se toma de formas diversas, por ejemplo en las ensaladas siempre veremos huevos duros. Y con huevo se hace uno de los platos más característicos , el brick.

Se trata de uno de los platos más singulares, el llamado brick de huevo, todo un clásico de la cocina tunecina Se trata de un huevo envuelto en una hoja de pasta brick en forma de empanadilla grande, frita de tal forma que se haga el relleno pero sin llegar a cuajar el huevo del todo. Se añade al relleno verduras, carne, atún. Es un plato que tradicionalmente se sirven en la comida en la que se conocen las familias de los novios por primera vez. Se suele comer con las manos.

Para la elaboración del brick se usa la malsouka, masa fina que se usa también para hacer otros brick rellenos de carnes, verduras o frutos secos.

Unos bricks muy comunes tienen forma de rollito alargado, algunos les llaman dedos de Fátima, y los suelen poner con frecuencia como complemento a los platos principales, rellenos de patata, carne o pescado.

Con huevo se elaboran una especie de tortillas que recuerdan a nuestra tortilla de patatas, el makoud. Se hace con varias verduras, apio, zanahoria y cebolla, huevos crudos y duros y pollo. A diferencia de nuestra tortilla no se hace en sartén sino en horno.

El pan siempre acompaña las comidas, son panes elaborados generalmente con trigo, redondos y muy tradicionales.

Por algunas calles se ven carros vendiendo panes y diverso tipo de bollería a los transeúntes.

Hay un pan muy característico que hacen las mujeres en un horno rústico, se llama khobz tabouna. En una de las calles de un zoco una mujer elaboraba pan pegando la masa a las paredes de un horno cilíndrico para cocerlos. Está riquísimo.

El pescado y el marisco ocupan un papel muy importante ya que se trata de un país costero, la pesca es parte fundamental en su economía desde la Antigüedad y básica en algunas ciudades.

Es muy habitual encontrar todo tipo de pescados a la brasa en la mesa, desde las sencillas sardinas hasta otros como la dorada. La forma más habitual de presentarlo es asado a la plancha.  Hay restaurantes especializados en pescado con una amplia variedad que ofrecen a sus clientes a la entrada, éstos eligen y se los hacen a la parrilla.

Pero también se toma el pescado frito, pasado por harina o emborrizado con una especie de pan rallado que forma una costra en la superficie.

En las lonjas y mercados de las ciudades costeras hay pescados muy frescos, algunos como los nuestros, como por ejemplo las acedías.

Calamares, lubinas, mojarras, salmonetes…

Gambas, langostinos y otros mariscos son de una gran calidad, y muy frescos por el mismo motivo que el pescado, son productos que capturan en sus costas y abundan en mercados y restaurantes.

Las gambas y langostinos son muy ricos y jugosos y los preparan, además de a la plancha, con una salsa que lleva como base el tomate muy rica y sabrosa.

También con pescado y marisco hacen unas tortitas con harina que nos recuerdan a las tortillitas de camarones, pero son más gruesas y, por lo tanto, no crujientes.

Las frutas no son muy variadas, hay naranjas, manzanas, limones y fresas principalmente. Los limones los usan para acompañar casi todos los platos.

Otra fruta muy dulce y refrescante que se toma en Túnez es la sandía.

Las fresas son buenísimas, solas están muy dulces y sabrosas.

Y las usan para hacer exquisitos dulces de hojaldre y crema.

En los mercados se pueden ver los bananitos pequeños, que los toman también en forma de batidos con leche.

La repostería tunecina es buenísima, los pastelitos son el bocado final de una comida y también forman parte del desayuno.

Los postres tunecinos son muy dulces porque emplean muchos ingredientes naturales como miel, dátiles y frutos secos como almendras, avellanas o nueces. También se usa la algarroba.

Con la pasta brick, como ya hemos dicho anteriormente, se elaboran muchos pastelitos rellenos de frutos secos y bañados en miel.

Entre los dulces destacan los bambalouni que son unos dulces muy singulares, una especie de churros tunecinos muy populares que venden en las calles y mercados, la gente los compra y se los van comiendo mientras pasean. En los hoteles también los ofrecen en los desayunos, con forma de rosco o de torta.

La masa del bambalouni es muy parecida a la de nuestros churros, harina y agua, y, como nuestros churros, también se fríen, y se les echa por encima azúcar o miel. Deliciosos.

Entre los frutos secos y los dulces se encuentran los dátiles que son una marca de identidad de Túnez, los venden en puestos callejeros, mercados y tiendas, y se toman solos o rellenos con pasta de almendras o confitados.

Los llamados deglet nour o dedos de luz, son muy carnosos y sabrosos, lo que los hace muy codiciados.

En el impresionante palmeral de Tozeur hay más de 300.000 palmeras y al visitante le enseñan el sistema manual de polinización de cada una, arduo trabajo que realizan los hombres subiéndose a las palmeras con los pies descalzos.

En el palmeral dan a probar una bebida que sacan de estas plantas, el lagmi, la savia de la palmera sacada de la parte más tierna de ésta.

Con los dátiles se elabora también un licor llamado thibarine y pasta prensada de dátiles sin hueso.

También en Tozeur venden mermelada y una especie de café que hacen con los huesos muy molidos de los dátiles.

Entre las bebidas destaca el té con menta, la bebida más popular. Se suele servir bien cargado y con azúcar.

El café es fácil encontrarlo, tanto en los hoteles y bares como en las calles. Es muy fuerte y concentrado.

Entre las bebidas ya hemos citado el licor de dátiles y el lagmi, bebida muy popular durante el mes de Ramadán.

Con frutas hacen zumos, de fresa o limón sobre todo, que suelen ofrecer en los hoteles a la llegada de los clientes, y estén buenísimos ya que las fresas son sabrosas y riquísimas.

Como ocurre con el cerdo, debido también a la religión no se toma alcohol, tan solo en muy pocos establecimientos sirven cerveza o vino con vista a los turistas. Probamos un vino tinto, que siempre coincidía ser de la misma bodega, que estaba bastante bueno.

Concluyendo, podemos decir que visitar Túnez incluye una gran cantidad de experiencias maravillosas e interesantes, culturales, etnológicas…y gastronómicas. Su gastronomía, como he dicho al principio es muy variada y rica, su ubicación en el Mediterráneo hace que encontremos una gran variedad de productos y platos autóctonos y traídos por otros pueblos. Básicamente su cocina es mediterránea, con todo lo que ello conlleva, una valiosa herencia cultural y unos valores nutricionales que la hacen rica y saludable.

El uso del aceite de oliva, el consumo de alimentos de origen vegetal como frutas, verduras o frutos secos, de pan y cereales, el aprovechamiento de productos de temporada y la casi ausencia de productos procesados, el consumo de pescado y lácteos…todo ello hace de la cocina tunecina un ejemplo claro de cocina mediterránea que es tan saludable y aconsejada.

Acerca de lola43

Mi profesión es Conservadora de Museos, no me dedico a la cocina profesionalmente, pero me encanta y disfruto con ella. Mi correo es: lafritadadelola@gmail.com lafritadadelola@gmail.com
Esta entrada fue publicada en Cocina de otros países, Sin categoría. Guarda el enlace permanente.

Una respuesta a Gastronomía tunecina

  1. Gustolatino dijo:

    Me encantaron las fotos!, cuantas cosas deliciosas e interesantes… cuanta historia detrás!, me recuerda mucho a cuando estuve en Casablanca, en Marruecos, muchos platos y costumbres gastronómicas similares…

Deja un comentario