Estamos en plena época de las alcachofas, o alcauciles, así que debemos aprovechar para comprarlas. Esta es una de las muchas formas de cocinarlas, en revuelto, guisadas, rebozadas…, todas riquísimas.
Es muy importante quitarles las hojas duras y dejar solo el corazón, la parte central y del tallo más tierna. Al comprarlas debemos fijarnos en que no tenga pinchos, que las hojas no estén abiertas, que la forma esté cerrada, mejor las redonditas y prietas, y que se noten frescas y no secas.
En este blog he publicado numerosas recetas con el nombre indistinto de alcauciles y alcachofas, en realidad las recetas se pueden hacer con ambas. Esta forma de cocinarlas se llama confitado y consiste en cocer un alimento en grasa, mejor aceite de oliva, a baja temperatura y de forma lenta. La grasa se funde en la cocción y el producto queda muy tierno y jugoso.
Qué necesitamos:
- Tres alcachofas
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal
Cómo se hacen:
Limpiamos bien las alcachofas dejando solo el corazón y parte del rabito, las partes más tiernas.
Las ponemos en un cazo cubiertas de aceite, que las cubra bien. Las ponemos a cocer a fuego muy lento, hasta que estén tiernas, lo que sabremos al pincharlas con una aguja o pinchito.
Las sacamos y escurrimos bien y salamos. Podemos tomarlas solas o acompañando carnes, pollo… siendo un buen sustituto de las patatas fritas.
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