Con este post me despido hasta la segunda semana de Diciembre, ya que voy a estar fuera dos semanas por motivos familiares. Y me apetece contar antes de irme la experiencia que tuvimos hace poco en tierras sorianas.
Aprovechando el puente del 1 de noviembre pasado nos fuimos a la Casa Rural de Calatañazor, en la provincia de Soria. Nunca había estado poir esa zona y la experiencia fue muy positiva, ya que el pueblo de Calatañazor es precioso, anclado en la Edad Media en cuento a su apariencia, sus calles, casas, el castillo…De Calatañazor se dice que es «donde Almanzor perdió el tambor», aludiendo a la famosa batalla del mismo nombre.
Visitamos también los alrededores, Burgo de Osma, donde compramos vinos de la Ribera del Duero, estupendos, San Esteban de Gormaz, con ejemplos excepcionales del Románico español, y los enclaves arqueológicos de Numancia y Tiermes, este último interesantísimo.
También fuimos a Soria, la capital, ciudad que nos impresionó muy positivamente, preciosa, acogedora, también con unas iglesias románicas maravillosas, Santo Domingo, San Juan…
Desde el punto de vista gastronómico en Soria se come estupendamente, hay platos típicos de la zona, como la sopa castellana
Como era la época de la recogida de setas se celebraban las Jornadas Micológicas, y en todos los bares y restaurantes se podían degustar setas, boletus, trompetas de la muerte…Una gran variedad. Por ejemplo una Ensalada de boletus exquisita
Patés de setas, entre ellos de boletus
Y los torreznos, que estaban buenísimos y a los que no pude hacer fotos. Embutidos de calidad
En la Casa Rural de Calatañazor se celebraron también las Jornadas Mozárabes, en las que se incluía una cena muy divertida, donde todos los asistentes nos vestimos acorde a la época y estilo, acompañados siempre por tres músicos que tocaban instrumentos originales y obras de la época. Entre los instrumentos recuerdo la zanfona, la darbuka, la chalaparta y el pito del pastor.
En la cena fuimos degustando una serie de platos tipo árabe, muy ricos y bien elaborados.
Comenzamos bebiendo Karladé, una bebida egipcia sin alcohol que abre el apetito, acompañado de Sashimi servido en cucharitas, con crema de queso y ajonjolí, acompañado de dátiles rellenos de queso fresco
Tabulé de cuscus, una ensalada con cuscús y otros ingredientes
Todo acompañado de tortas de pan
Patés de hummus, setas y Babaganoush
Unas albondiguillas mozárabes exquisitas
Cuscús con verduras, acompañado del caldo de haber hervido el cuscús
Berenjenas con miel
Brochetas de pollo
Capón a las delicias de la miel
Y de postre Sorbete de Karladé
Para acabar con té y dulcesitos árabes
Cada vez que voy de viaje me gusta contar cosas sobre los sitios que visito, y sobre las comidas y vinos de la tierra visitada. Y la verdad es que esta es una de las más especiales y completas, se unen los vinos de la Ribera del Duero, que en Soria están muy bien representados, y los platos típicos que se encuentran allá por donde se vaya, desde el bar más modesto al restaurante más lujoso. Merece una visita.
¡Qué buena pinta tiene todo Lola! el entorno, la comida, la bebida… A ver si coincidimos a tu vuelta. ¡Abrazos!
Eso, que nos veamos…Un abrazo
ay que buenisima pinta tiene todo Lola y que bien se ve que lo habéis pasado, Lo que no he visto ninguna foto de los dos ataviados para la ocasión 😉 Un abrazo y que disfrutes mucho de tu viaje 🙂 te echaremos mucho de menos !!!
Ya sabes que no me gusta mucho poner fotos de personas, más bien de las viandas…jeje Y disfrutaré, ¿no voy a disfrutar con lo que me voy a encontrar alli?…Un abrazo
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