Seguimos con los revueltos, la receta de revuelto de la semana pasada llevaba patatas, judías verdes y chorizo ibérico. La de hoy solo lleva berenjena.
La berenjena llegó a España a lo largo de la Edad Media, traída por los musulmanes cuando éstos ocuparon nuestra Península. Pero fuimos los españoles los que la introdujimos en Europa, por donde se extendió con gran rapidez sobre todo en Francia y en Italia.
Las berenjenas no deben elegirse demasiado grandes y deben estar tersas y brillantes. No aguantan mucho y se deben consumir enseguida. Si las guardamos en la nevera duran en buenas condiciones unos dos días. Cuando están demasiado maduras presentan unas manchas en la piel que al pelarlas vemos que se corresponden con manchas interiores de color marrón que amargan. sí que mejor quitarlas.
Qué necesitamos:
- Una o dos berenjenas según tamaño
- Tres dientes de ajo
- Cuatro huevos
- Sal
- Aceite de oliva
Cómo se hace:
Pelamos y cortamos en cuadraditos la berenjena. Pelamos y cortamos los ajos en trocitos pequeñitos. En una sartén con aceite de oliva los refreímos y, cuando estén dorados, añadimos la berenjena.
La refreímos y echamos un poco de agua para que se ponga tierna. Salamos a gusto.
Batimos loa huevos con un poco de sal y los añadimos a la sartén, removiendo para mezclar bien todo.
Cuando esté cuajado el huevo retiramos la sartén del fuego y servimos.
Lo podemos acompañar con pan frito.
La hacemos mucho en casa. ¡riquísimas!
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