María Luisa Ucero es la autora de un libro llamado Cádiz, una provincia para comérsela, publicado en 2009. Ella se considera gaditana y grazalemeña y por el amor que tiene a Grazalema nos invitó a un grupo de amigos blogueros a conocer esta bonita población.
Yo ya la conocía por haber ido varias veces en ocasiones diversas, y precisamente sobre la última visita escribí en este blog mi experiencia en esa localidad.
Por eso no voy a repetir algunas cosas sino que en esta ocasión voy a resaltar lo nuevo que he conocido y que he experimentado. Hemos estado tres días, cada uno dedicado a actividades distintas y, como la estancia ha sido larga, voy a dividir la crónica en dos partes, para no cansar al lector que decida dedicar unos minutos a leerme.
Empezamos visitando el pueblo, paseando por sus calles, Grazalema posee tres sectores claramente diferenciados: Barrio Alto, en la parte más alta y el más reciente; Barrio Bajo, compuesto por la «almendra» primitiva y la extensión hacia el noroeste; y el Arrabal, en las cotas más bajas, hacia el Guadalete.
Pasear por las calles es una delicia, en invierno por la espectacular nieve, en primavera por las flores…
Este árbol de cuyo tronco nacen coloristas flores está en muchos rincones, es espectacular.
Es un pueblo muy cuidado, que respeta su estilo y estética.
La Iglesia de la Aurora, fechada en el siglo XVII con fachada renacentista de transición, destruida parcialmente durante la Guerra Civil y restaurada años después por la Caja de Ahorros de Ronda.
Es de planta oval de una sola nave.
La primera cita gastronómica la teníamos con Francisco Javier Menacho a quién allí llaman El Nene. Si alguien me pregunta dónde puede comer bien en Grazalema yo empiezo por este sitio, restaurante Casa Las Piedras o Casa el Nene. Recomendadísimo. Inma, Nene y Andrés lo hacen factible.
El Nene cocinó e directo para el grupo, en esta ocasión acompañado por otro gran cocinero, Johnny Naranjo.
Fueron cinco aperitivos, deliciosos. Los tres aperitivos elaborados por Nene fueron:
Almendras empanizadas con polvo de algarroba
Ferrero de cabra con coulis de remolacha
Gazpacho de aguacate con estofado de fresa y almendra
Y los dos elaborados por Johnny los siguientes:
Panceta confitada con salsa teriyaki
Mini molletes con venado y mayonesa de almendras y hierbabuena
Más tarde volvimos ya para el almuerzo. De nuevo nos sorprendió El Nene, con unos platos exquisitos.
Ensalada de fresas con yogur de cabra
Potaje de garbanzos con ravioli de pringá
Lasaña de trucha con mayonesa de hueva de trucha
Parmentier de higaditos de conejo encebollado al Jerez
Y de postre tarta de queso con fresas y espuma de remolcha, acompañado con un chupito de PX.
Ni que decir tiene que todo resultó estupendo, la cocina de El Nene merece un reconocimiento que, por estar situada en una localidad de la Sierra, no es conocida ni apreciada como debiera ser. Desde aquí y dentro de mi modesta aportación lanzo el mensaje, deseándole un futuro lleno de éxitos.
Este mismo día visitamos un supermercado donde sus dueños venden unos productos que ellos mismos fabrican artesanalmente. Los licores y mermeladas el Grazalemeño.
Antonio Borrego y su mujer Fini Chacón elaboran con los productos silvestres de la Sierra de Grazalema estos licores y mermeladas rescatando recetas antiguas de los antepasados de Antonio. Usan más de quince variedades de productos, la endrina, la algarroba, el majuelo, la mora, el regaliz, el madroño…
La producción se adapta a los tiempos de la naturaleza, cada fruto en su estación.
Merece la pena probarlos y comprarlos, pues tal variedad de productos no se encuentra en otros lugares, el níspero jopón, la naranja cañadú, cerezitas de Santa Lucía…
No dejamos de acercarnos a ver el azulejo dedicado al grazalemeño Dionisio Pérez, gastrónomo que se hizo llamar Post-Thebussem, ya que era seguidor de Mariano Pardo conocido por el sobrenombre de Doctor Thebussem.
El día siguiente tocaba desayunar, pues amanecimos en Grazalema y allá que nos fuimos al Mesón Los Alamillos, también totalmente recomendado, vaya desayuno de lujo que tomamos.
La manteca con hígado y el jamón no se olvidan jamás. Y el pan…estupendo, de hecho todos nos trajimos pan de vuelta a nuestras casas.
Otro día, y para continuar con Grazalema, visitamos la fábrica de mantas, donde llevan más de cien años fabricando mantas de lana merina.
La fábrica tiene dos naves, una del s.XIX y otra moderna donde actualmente se fabrican los productos, que no son solo mantas sino ponchos, chaquetas, bufandas…
La nave del s. XIX, mal llamada Museo, contiene una serie de máquinas de esta época, muy interesantes, pero por desgracia muy mal conservadas. Telares y otras máquinas que fueron usadas para elaborar las famosas mantas se merecen una mayor atención para su conservación.
Pudimos acceder, aunque brevemente, a la nave moderna donde se fabrican los tejidos actualmente, y nos mostraron cómo funcionan algunas de las máquinas. Muy interesante.
Otro lugar donde comer bien en Grazalema es donde lo hicimos el último día, el restaurante El Simancón, en la Plaza del Asomadero.
Un lugar acogedor y bonito, decorado de forma tradicional.
Allí disfrutamos de otra espectacular comida, con platos como el lomo en manteca:
Croquetas de boletus, carne o espinacas y gambas
Salteado de tagarninas con ajetes y setas
Sopa grazalemeña
Presa ibérica buenísima
Carne de venado exquisita
Pata de cordero al horno
Chuletitas de cordero empanadas
Albóndigas muy buenas
Flan de manzana y otros postres
Buena gastronomía la que se puede disfrutar por estos lares. Y precioso todo lo que se puede ver y admirar paseando por sus calles y alrededores. Los antiguos lavaderos…
Las características fuentes…
Todo ello invita a volver, a descubrir más rincones y más lugares donde degustar su gastronomía.
Además no podemos olvidar sus alrededores, y por sus alrededores nos fuimos los demás días, a Villaluenga y a Zahara de la Sierra. Pero eso lo contaré en una segunda “entrega”.
Menudo reportaje!!!! Ahí está Grazalema con su gastronomía, empresarios, productos y monumentos.
Belleza rotunda la de Grazalema y para muestra las imágenes. Muchas gracias por alusión y por las palabras que le dedicas a esta mi segunda casa. Mis entrañables vecinos estarán tan encantados como yo. Gracias Lola.
Me alegro, los grazalemeños se lo merecen, por la acogida tan cariñosa que nos dieron.
Que bueno!… 🙂 http://turismograzalema.com/