Las acelgas son las principales protagonistas de esta estupenda ensalada que, con el calor primaveral que nos acompaña, apetece muchísimo tomar.
Aunque existía desde antes, fueron los árabes quienes empezaron a cultivarla en la Edad Media pero, más que con fines gastronómicos, lo hicieron por sus propiedades medicinales y terapéuticas. Por ser muy fácil de cultivar y muy común siempre se la ha tenido por una verdura con poco prestigio, ya que además es barata. Pero sus hojas grandes, carnosas y sabrosas son estupendas para guisos, como berzas, tortillas, ensaladas y otros platos hechos con verduras.
Tiene potasio, yodo, magnesio, vitamina A y C…así que tenems que aprovechar que es asequible y usarla con frecuencia en la cocina.
Qué necesitamos:
- Unas hojas de acelgas frescas
- Salmón ahumado
- Queso fresco
- Frutos secos
- Aceite de oliva virgen extra
- Vinagre
- Sal
Cómo se hace:
Limpiamos bien las acelgas con agua y las cortamos. Las ponemos en un cuenco amplio en el que añadiremos el salmón cortadito y el queso en dados. Aliñamos con sal, vinagre y aceite, en este orden.
Por último espolvoreamos con frutos secos y lista…una ensalada original y riquísima.