He conocido por fín el Mesón Lantero en Sanlúcar de Barrameda.

Desde junio del año pasado estaba con las ganas de conocerlo y probar las maravillas que me decían los amigos sanluqueños que se degustaban allí. Y precisamente hace unos días he tenido la oportunidad de comer con esos mismos amigos en este establecimiento.

Lo que primero me llamó la atención nada más entrar fue que es un lugar donde se reúnen gente “importante” de Sanlúcar. Entrecomillo la palabra importante porque no me sale otra palabra para calificar al mítico torero Limeño y a Paco Bigote. Cada uno por un motivo son sanluqueños de pro, famosos, “importantes”. Allí estaban junto a otros amigos tomando una copa de manzanilla y unos langostinos que estaban para chuparse los dedos, que es lo que hice yo, chuparme los dedos a la vez que me los comía.

En la barra ya se pueden ver los productos frescos, esperando que el cliente los solicite.

Y cuesta trabajo decidirse por uno de ellos…No faltan las patatas «aliñás» que aquí están buenísimas.

El Mesón Lantero tiene un nombre curioso, lantero se refiere a la rama delantera de las viñas de las que se saca la manzanilla de Sanlúcar cuando se hace la poda de las mismas, el «delantero» se convierte por aquello de la economía del lenguaje andaluz en «lantero».

En esta primera ocasión estuve muy bien acompañada por amigos y amigas, de Sanlúcar unos y de otros lugares otros, pero todos gaditanos que conocemos y apreciamos la calidad de los vinos, mariscos, pescados, verduras y productos alimenticios en general que ofrece esta población.

Probamos unos fideos con marisco que estaban para rebañar el plato, que es lo que hicimos todos. Y de nuevo al tomar la cigala me chupé los dedos, como hice con los langostinos cocidos un rato antes.

Unas galeras fresquísimas y magníficamente cocidas. De nuevo al pelarlas no hay más remedio que chuparse los dedos. Hay ocasiones en que estas cosas están permitidas, y si no lo están…hay que pasar de protocolo. En Sanlúcar es inevitable.

Huevos de choco…que a mí me encantan y en Cádiz cuesta trabajo encontrarlos. ¡¡Québuenos estaban!!

El plato especial de la casa, si se puede decir que alguno sea más especial, pero sí es muy conocido y solicitado, la berenjena rellena…buenísima.

Atún encebollado con un aceite de oliva de una calidad altísima, buenísimo también.

Los postres caseros son otro capítulo a destacar, el arroz con leche

El tocino de cielo

El Mesón Lantero no solo no me ha defraudado sino que ha cubierto con creces mis expectativas. Gracias a Lilianne Dahlmann y a Antonio Reyes por haberme llevado a conocer este lugar, donde no hay más remedio que chuparse los dedos, no metafóricamente sino de verdad.